Cada 8 de mayo es una jornada particular para llamarnos a la reflexión como sociedad
recordando, que en 1987, la policía federal asesinó a tres jóvenes en el episodio conocido
como la masacre de Ingeniero Budge. Sus nombres son Agustín Olivera (26), Oscar Aredes
(19), y Roberto “Willy” Argañaraz (24).

Este hecho conmocionó a la comunidad y es conocido como uno de los episodios más
vergonzosos y aberrantes del accionar de “la maldita policía”: puso en debate político el
accionar deliberado de las fuerzas de seguridad en casos de gatillo fácil. Además, hizo mella
en la agenda política, junto a todos los sucesos de la misma naturaleza, que dejan al
descubierto el modo represivo de las fuerzas policiales presentes en los barrios populares
de la zona del AMBA y de todo el país.

El 28 de Noviembre del 2012 el Congreso de la Nación sancionó por unanimidad la Ley
26.811, a través de esta el 8 de mayo es declarado “ Día Nacional de Lucha contra la
Violencia Institucional”.

German “Quique” Arevalo, amigo de los tres pibes fusilados en Ingeniero Budge narró su
recuerdo sobre el hecho en la Revista Citrica: cuando volví de la escuela me encontré con
la sangre de ellos derramada en la esquina, fue una imagen muy fuerte para mi. Ahí mismo
les prometí, que esto no iba a quedar así.” Agregó, “no puede ser que cualquier persona
que porte un arma te mate así, con un enorme desprecio hacia la vida. La realidad nos
demostró en el transcurso de estos años que no era un caso exclusivo lo que les había
pasado a ellos. La policía no solamente mató a mis tres amigos, sino que además mató a
sus padres. Ellos siempre encabezaron la lucha, las protestas y se murieron de tristeza”.

Gracias a esta ley y a la lucha de los xadres, familiares y amigues como también los
Organismos de Derechos Humanos y organizaciones afines nos podemos preguntar ¿Qué
es la Violencia Institucional y Policial? La definimos como todo abuso de poder, físico y
psicológico que ejerce el estado en cualquiera de sus niveles y dependencia sobre
personas u organizaciones de la sociedad civil.
El lado más demencial de la violencia policial son los casos de gatillo fácil, también
determinadas prácticas de abuso como hostigamientos, persecuciones, operativos
compulsivos de documentación en la vía pública, etc. Por eso en la actualidad es necesario
desarticular los discursos de odio que convierte a vastos sectores sociales en enemigos.
Como ejemplo, más inmediato y actual, se puede citar lo sucedido en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, el último 8 de Mayo, en el barrio de Puerto Madero (Comuna 1) donde la
policía de la ciudad golpeó salvajemente y detuvo a Leonardo, colaborador del comedor
Ctep de Constitución, sin informar dónde lo trasladaron. Este no es un caso aislado en
CABA ni en el discurso y ni en materia de políticas de seguridad por parte de Juntos por el
Cambio ya que durante su gestión en el 2018 nos encontramos con el caso de gatillo fácil
por parte del policía Chocobar, como el caso de Matías Rodriguez que fue asesinado por la
espalda en el barrio de Flores con tan solo 24 años.

En la actualidad, según el dato que arroja el informe que dio a conocer la Comisión Especial
de Seguimiento y Prevención de la Violencia Institucional de la legislatura porteña, la policía
de CABA fue responsable de la muerte de 43 personas a lo largo de los últimos 26 meses.
Estos casos fueron clásicos hechos de violencia institucional, sumado a los casos ocurridos
en años anteriores. El informe legislativo también denunció una serie de episodios de
represión y persecución policial, contra trabajadores, organizaciones político-sociales entre
otros actores de la ciudad gobernada por el actual Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

La imagen de portada pertenece al portal Redacción Rosario